La NASA capta la ruptura del sonido en fotografía espectacular
Una imagen divulgada recientemente ha capturado un fenómeno asombroso: la quiebra de la barrera del sonido. Este suceso tuvo lugar el 10 de febrero de 2025, cuando un avión supersónico de pasajeros de los Estados Unidos, llamado XB-1, realizó su segundo vuelo alcanzando velocidades mayores a Mach 1. Este hito representa un avance significativo en el progreso de la aviación supersónica.
Los investigadores emplearon una técnica avanzada conocida como fotografía Schlieren para capturar las ondas de choque que se generan alrededor del avión al desplazarse a velocidades supersónicas. Esta técnica hace posible observar las variaciones en el flujo de aire, revelando lo que usualmente no es visible para el ojo humano. De acuerdo con los expertos que participan en el proyecto, esta imagen simboliza un progreso relevante en la comprensión de las dinámicas del vuelo a velocidad supersónica.
La imagen se logró gracias a un esfuerzo de coordinación minuciosa. Tristan «Geppetto» Brandenburg, el piloto de pruebas del XB-1, colocó el avión meticulosamente en un punto específico sobre el desierto de Mojave, mientras volaba en dirección al sol. Desde el suelo, los equipos científicos emplearon telescopios dotados con filtros especiales para registrar las distorsiones del aire causadas por la rapidez del avión, que excedió los 1,225 kilómetros por hora.
Avance crucial: el silencio supersónico
Además de documentar la ruptura de la barrera del sonido, los científicos también reunieron información sobre los niveles de ruido producidos durante el vuelo. Uno de los hallazgos más destacados fue que no se percibió un «estampido sónico» en la superficie, un fenómeno que históricamente ha sido un obstáculo para los aviones supersónicos. Este avance resulta fundamental, ya que reduce el impacto acústico, lo cual podría allanar el camino para el regreso de vuelos comerciales supersónicos en áreas densamente pobladas.
Además de captar la ruptura de la barrera del sonido, los investigadores también recopilaron datos sobre el nivel de ruido generado durante el vuelo. Uno de los descubrimientos más notables fue que no se escuchó un «estampido sónico» en tierra, una característica que tradicionalmente ha sido un problema para los aviones supersónicos. Este avance es crucial, ya que minimiza el impacto acústico, lo que podría facilitar la reintroducción de vuelos comerciales supersónicos en zonas densamente pobladas.
Rumbo al retorno de los vuelos supersónicos
Han transcurrido más de 21 años desde que el último vuelo comercial del Concorde concluyó la era de los aviones supersónicos. No obstante, los progresos tecnológicos recientes, tales como materiales más livianos y robustos, junto con mejoras en aerodinámica y propulsión, están promoviendo el retorno de esta tecnología. A diferencia del Concorde, que empleaba métodos convencionales como túneles de viento para su diseño, el XB-1 y el Overture fueron desarrollados usando dinámica de fluidos computacional, lo que ha disminuido notablemente los costos y el tiempo de desarrollo.
El diseño del Overture también incorpora características innovadoras, como un sistema de visión de realidad aumentada para los pilotos, que sustituye al tradicional morro móvil del Concorde, lo cual simplifica la estructura y disminuye el peso del avión.
Apuesta por un futuro sostenible
Compromiso con un futuro sostenible
Otro aspecto destacado del proyecto es su compromiso con la sostenibilidad. Tanto el XB-1 como el Overture están diseñados para operar con combustible de aviación sostenible (SAF). Aunque la adopción de SAF aún enfrenta desafíos, como su limitada disponibilidad y alto costo, los expertos confían en que este combustible jugará un papel esencial en el futuro de la aviación.
La construcción de una planta de fabricación en Carolina del Norte permitirá la producción de hasta 66 aviones Overture al año, marcando un paso importante hacia el regreso de los vuelos comerciales supersónicos. Estos avances no solo prometen hacer los viajes más rápidos y eficientes, sino también más sostenibles, estableciendo un nuevo estándar para la aviación del futuro.